La Casa Mágica: El jardín exterior~ [pt. 2]

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Muchos jardineros mágicos colocan un altar en sus jardines, en los cuales queman incienso en honor a las antiguas deidades florales: Pomona, Fauno, Baco, Príapo, Demeter, Pan, Tamuz, Dionisio, Isis, Adonis y Emkimdu. Estos y otros dioses o diosas están íntimamente conectados con la tierra, la vegetación y la horticultura, y pueden invocarse para vigilar el jardín y brindarle fecundidad. Un altar de jardín puede componerse de una estatua (u otra imagen de una divinidad particular), una composición o ninguna figura en absoluto. Una pequeña piedra rectangular sin pulir puede colocarse en el suelo colocada de pie y una roca redonda y plana delante de ella como altar para las ofrendas. Puñados de grano, piedras preciosas o semipreciosas, dinero, leche, agua o vino se pueden poner frente a esta piedra en honor a los dioses antiguos de la Naturaleza. Los altares de jardín a Baco no eran más que viejos troncos colocados en su honor. Si estas dos rocas se colocan en un lugar discreto, llamarán poco la atención y parecerán parte del propio jardín (y en realidad lo son). Si crees que incluso este sencillo altar no va contigo, simplemente piensa en la totalidad de tu jardín como un lugar de homenaje a los Dioses. Se puede quemar incienso en el jardñin a intervalos regulares. Los palitos de incienso van perfectamente y se pueden clavar en la tierra. Puedes también quemar incienso cuando hagas una nueva adición a tu jardín. Para hacerlo, bajo la luz de la luna camina 3 veces el perímetro de tu jardín sosteniendo un incensario o una varilla de incienso y visualiza a tus plantas sanas y floridas mientras lo haces. También se pueden colocar en el jardín pequeñas imágenes de animales, ciervos, patos y cualquier imagen que te sea fácil de conseguir. Cada animal está asociado a distintas divinidades y rituales que bendecirán y protegerán tu jardín. Si deseas poner una estatua u otra imagen en tu jardín, pero no te apetece honrar a antiguos dioses, puedes colocar un "guardián del jardín" para protegerlo de la negatividad. Toma una imagen, estatua o piedra y, de pie en tu jardín, levanta la estatua ceremoniosamente hacia las cuatro direcciones. Empieza en el Este y desplázate hacia el Sur y al Oeste, para terminar en el Norte. Seguidamente, vierte un poco de vino o sidra sobre la piedra para fortalecerla con vida. Cárgala con tu energía mediante una visualización para que proteja mágicamente el jardín, la casa y a todos los que vivan dentro de ella. Coloca al guardián en un punto céntrico del jardín. Del mismo modo, hay también otros conjuros para la protección de este pequeño espacio natural. El más sencillo consiste en trazar el siguiente signo en la tierra con tu dedo o con la hoja de tu athame: Dibujando ese símbolo alías al jardín con tus intenciones y con tu hogar, le protege de las energías negativas. Repite este sencillo ritual cada tres semanas más o menos.


Fuente: "La casa mágica", de Scott Cunningham y David Harrington. Editorial Mirach


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